CANSADO DE ESE MUNDO
Tuvo una pesadilla en la que mataba a un amigo de su infancia. Anduvo evadiéndose de la justicia violando las leyes físicas, traspasando muros, volando, metiendo la mano en el fuego, etcétera, hasta que fue atrapado y culpabilizado por la implacable policía del sueño. Cuando se despertó sintió el alivio del mundo real, donde dicha policía no es más que una entelequia. Como de costumbre, su primer acto del día fue coger su teléfono, y revisar cuantos mensajes le habían mandado: no había uno solo. Entonces pensó en el mensaje que podría albergar su pesadilla, y horriblemente volvió al estado de culpa. Se palpó, pronunció unas cuentas palabras, y tenían el eco de la realidad, estaba realmente despierto pero la culpa y los señalamientos no se iban. Se levantó a preparar el desayuno para disipar los malos pensamientos, y recordó a su amigo de la infancia, era un niño medio raro, compartió muchas horas de juegos con él en casa de ...